Historia

En nuestra diócesis hay un colectivo, cercano a un dos por mil de la población, de personas con disminución auditiva, de nacimiento o desde la infancia. La sordera, es un grave obstáculo para la comunicación. Esta limitación, que no se ve ni se siente, y que con tanta frecuencia no llama la atención para ser atendida en sus carencias, hace falta que la Iglesia esté cercana y la atienda en sus necesidades específicas.
El venerable P. Jaume Clotet, misionero claretiano, del cual hemos celebrado el año del centenario de su muerte, ya se dedicó a la acción catequética de los sordos en Vic y Barcelona. En uno de sus libros nos invita a la reflexión: «así como los misioneros aprenden la lengua de los países donde son enviados, también se necesitan catequistas que aprendan a comunicarse con aquellos que no pueden recibir los contenidos de la fe por los oídos, sino por los ojos».

El Arzobispado de Barcelona desde hace muchos años está realizando la tarea pastoral en este ámbito, con un sacerdote dedicado parcialmente a los diversos servicios sacramentales, catequéticos y evangelizadores de las personas sordas. Durante unos cuarenta años lo ha realizado Mn. Josep Albiol, que ha pasado en la Casa del Padre el 26 de mayo de 2003.
Actualmente, la tarea de apostolado con personas sordas de nuestra diócesis, es la acción denominada PASTORAL DEL SORDO DE BARCELONA, que procura ofrecer la atención pastoral en lo que normalmente encontramos en las parroquias, adaptado a las dificultades de comprensión y expresión que pueden tener las personas con discapacidad auditiva, sordas o sordociegas. En este mundo de silencio, que hay que atender en sus necesidades específicas, busca como romper las barreras a la comunicación, también para transmitir el Evangelio, para vivir y celebrar nuestra Fe.